lunes, 2 de marzo de 2009

VOCES DEL PASADO: ELOGIO DEL SISTEMA DEMOCRÁTICO


Tucídides, II, 37-39. Parte del discurso pronunciado por Pericles como oración fúnebre en honor de los caídos en el primer año de la Guerra del Peloponeso.

“Tenemos un régimen de gobierno que no envidia las leyes de otras ciudades, sino que más somos ejemplo para otros que imitadores de los demás. Su nombre es democracia, por no depender del gobierno de pocos, sino de un número mayor; de acuerdo con nuestras leyes cada cual está en situación de igualdad de derechos en las disensiones privadas, mientras que según el renombre que cada uno a juicio de la estimación pública tiene en algún respecto, es honrado en la cosa pública; y no tanto por la clase social a que pertenece como por su mérito, ni tampoco, en caso de pobreza, si uno puede hacer cualquier beneficio a la ciudad, se le impide por la oscuridad de su fama. Y nos regimos liberalmente no sólo en lo relativo a los negocios públicos, sino también en lo que se refiere a las sospechas recíprocas sobre la vida diaria, no tomando a mal al prójimo que obra según su gusto, ni poniendo rostros llenos de reproche, que no son castigo, pero sí penosos de ver. Y al tiempo que no nos estorbamos en las relaciones privadas, no infringimos la ley en los asuntos públicos, más que nada por un temor respetuoso, ya que obedecemos a los que en cada ocasión desempeñan las magistraturas y a las leyes y de entre ellas, sobre todo a las que están legisladas en beneficio de los que sufren la injusticia y a las que por su calidad de leyes no escritas, traen una vergüenza manifiesta a quien las incumple. Y además nos hemos procurado muchos recreos del espíritu, pues tenemos juegos y sacrificios anuales y hermosas casas particulares, cosas cuyo disfrute diario aleja las preocupaciones; y a causa el gran número de habitantes de la ciudad, entran en ella las riquezas de toda la tierra y así sucede que la utilidad que obtenemos de los bienes que se producen en nuestro país no es menos real que la que obtenemos de las de los demás pueblos.”